viernes, 10 de febrero de 2012

Las alas del deseo

Cuando el niño era niño, andaba con los brazos colgando, quería que el arroyo fuera un río, que el río fuera un torrente y que este charco fuera el mar.
Cuando el niño era niño, no sabía que era niño, para él todo estaba animado y todas las almas eran una.
Cuando el niño era niño, era el tiempo de preguntas como: ¿Por qué yo soy yo y por qué no tú? ¿Por qué estoy aquí y por qué no allí? ¿Cuándo empezó el tiempo y dónde termina el espacio? ¿Acaso la vida bajo el sol no es sólo un sueño? Lo que veo y oigo y huelo, ¿no es sólo la apariencia de un mundo ante el mundo? ¿Existe de verdad el mal y gente que realmente son los malos? ¿Cómo puede ser que yo, el que yo soy, no fuera antes de devenir, y que un día yo, el que yo soy, no seré más ése que soy?

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