viernes, 10 de febrero de 2012
Ana Crespo "El color en el sufismo"
Los cuentos están hechos para ser degustados, para producir alquimia interior con la energía transmutadora de la imaginación. Los cuentos permiten vivir en otros cielos, en otras tierras. Los cuentos están realizados para ser mecidos por ellos, para acunar al niño del corazón, para ablandar el corazón y permitirle recobrar su estado de permanente fluctuación. Los cuentos son música para el alma, y con la música de los cuentos el corazón danza, danza y danza al compás de los sonidos de la Tierra Esmeralda.
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