lunes, 22 de abril de 2013

Hospes comesque, M. Yourcenar

Cuerpo llevando el alma, siempre vanamente
vuelvo a pensar en ti y te vuelvo a olvidar;
corazón infinito en el cáliz naciente;
boca que busca el nuevo verbo de besar.

Mares de navegar, fuentes para beber;
trigo y vino ritual en la mesa mezclados;
refugio de dulzura en el vago adormecer;
tierra que se despliega en los pasos alados.

Aire que me llenas de espacio y de equilibrio;
nervios por donde viaja el cóncavo delirio;
mirada interrumpida en el vasto universo.

Cuerpo, compañero, juntos nos moriremos.
No puedo no querer la sombra que tenemos,
no apresar con ella el resplandor de un verso.
Foto: Super RO ©

Como el amor es ciego.... los amantes deben acariciarse mucho

**Alejandro Jodorowsky**

Malick Sidibé

Foto: Malick Sidibé,

Paul Auster

"No puedes verte a ti mismo. Sabes el aspecto que tienes por espejos y fotografías, pero andando por el mundo, cuando te mueves entre la gente, ya sean amigos, desconocidos o los seres que más quieres íntimamente, tu propio rostro resulta invisible para ti. Puedes ver otras partes de ti mismo, brazos y piernas, manos y pies, hombros y torso, pero solo por delante, nada por la espalda salvo la parte de atrás de las piernas si las tuerces y las pones en la posición adecuada, pero no la cara, nunca tu rostro, y en el fondo -al menos en lo que respecta a los demás- tu rostro es lo que eres, el factor esencial de tu identidad. Los pasaportes no incluyen fotografías de manos y pies. Incluso tú mismo, que ya llevas sesenta y cuatro años viviendo en el interior de tu cuerpo, probablemente serías incapaz de reconocerte el pie fotografiado aisladamente, por no hablar de la oreja, el codo o uno de tus ojos en primer plano. Todo ello muy familiar en el contexto general, pero enteramente anónimo considerado elemento a elemento. Todos somos extraños para nosotros mismos, y si tenemos alguna sensación de quienes somos, es solo porque vivimos dentro de la mirada de los demás."

Jacques Lacan

El psicoanalista no es un explorador de continentes desconocidos o de grandes fondos, es un lingüista: él aprende a descifrar la escritura que está allí, bajo sus ojos, ofrecida a la mirada de todos. Pero que permanece indescifrable mientras que de ella no se conocen las leyes, las claves.
Foto: Otro caligrama de Txaro
Foto
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Versos órficos (Marguerite Yourcenar)

Según las tablillas encontradas en
tumbas de Grecia y de Grecia Grande

En el umbral de la puerta negra,
A la derecha, a los pies de un álamo,
Corre el agua de olvidar.

Brota a la izquierda el agua de Memoria;
Cristal helado, frío licor,
El agua de Memoria está en mi corazón.

Allí beben mi pena y mi alegría;
Residen en su ribera los sabios:
Yo les diré, Temo la muerte.

Soy hijo de la tierra negra
Pero también del cielo estrellado;
¡Abridme la puerta de la gloria!

La imagen del tiempo transcurrido
Se refleja en mi memoria;
El espejo puro no se enturbia.

Abridme el pozo de la gloria...
Las cosas más sencillas me dan ideas. –Joan Miró

Photo: Joan Miró by Yousuf Karsh

Foto: The simplest things give me ideas. –Joan Miró

Las cosas más sencillas me dan ideas. –Joan Miró

Photo:  Joan Miró by Yousuf Karsh

Antoni Clapés

Escucha el silencio de la leve brisa
allí donde el poema ha dejado las palabras.
Antoni Clapés
Escolta el silenci de la lleu brisa
allí on el poema ha deixat els mots.

Ettore Scola, Gueto de Varsovia, 1943-997

http://www.youtube.com/watch?v=ks8gqngvF_A&feature=share

Ettore Scola, Gueto de Varsovia, 1943-997
Yo, Miguel Angel, escultor, he dibujado en esa bóveda la imagen de un joven florentino que me era muy querido y que ya murió. Está sentado en una postura huraña y sus brazos doblados parecen tratar de esconder su corazón.
M. Yourcenar
 

Foto: © Alfred Cheney Johnston

© Alfred Cheney Johnston
Foto
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Ante la cal de una pared que nada
nos veda imaginar como infinita
un hombre se ha sentado y premedita 
trazar con rigurosa pincelada 
en la blanca pared el mundo entero: 
puertas, balanzas, tártaros, jacintos, 
ángeles, bibliotecas, laberintos,
anclas, Uxmal, el infinito, el cero. 
Puebla de formas la pared. La suerte, 
que de curiosos dones no es avara, 
le permite dar fin a su porfía. 
En el preciso instante de la muerte
descubre que esa vasta algarabía 
de líneas es la imagen de su cara. 

Palabras: Jorge Luis Borges
Ilustración: Boceto de Leonardo

Foto: Ante la cal de una pared que nada
nos veda imaginar como infinita
un hombre se ha sentado y premedita 
trazar con rigurosa pincelada 
en la blanca pared el mundo entero: 
puertas, balanzas, tártaros, jacintos, 
ángeles, bibliotecas, laberintos,
anclas, Uxmal, el infinito, el cero. 
Puebla de formas la pared. La suerte, 
que de curiosos dones no es avara, 
le permite dar fin a su porfía. 
En el preciso instante de la muerte
descubre que esa vasta algarabía 
de líneas es la imagen de su cara. 

Palabras: Jorge Luis Borges
Ilustración: Boceto de Leonardo