viernes, 18 de enero de 2013

Odiseo, escucha, el regreso nunca es posible porque el que se fue ya no existe y el lugar de origen dejó de ser el mismo.

“Cuando regreses, si regresas, no serás el mismo. Los tuyos te esperarán y pasarás entre ellos y no te verán. Tal vez te pregunten si no lo has visto a él. Tendrás que explicarles que sí, pero hace muchos años, y que ahora él ha cambiado tanto que.
Entonces dirán que mientes.
Lo mejor será hacer como si nada. Simular, entregarles los abrazos que has acumulado para ellos, y contarles cuánto extrañaste navegando años en el Mar Ajeno. Ellos se lo creerán, y no notarán que desde hace mucho tiempo eres otro, que sólo vuelve por el hábito de llegar a algún sitio.”
Tomado de Miscellanea observata.

A continuación compartimos algunos elementos de la nota publicada en la última edición del semanario uruguayo Brecha.

"El regreso nunca es posible porque el que se fue ya no existe y el lugar de origen dejó de ser el mismo. Hay cambios irreparables en el que partió y en el solar nativo. Corrijo: no son irreparables, son sólo cambios, irreversibles, como todos los cambios en la vida de la gente. Nunca hay marcha atrás, en nada. El que se fue tal vez quiera contar lo que hizo fuera de la aldea. Ocurren dos cosas: la experiencia es filosóficamente intrasmisible y a nadie le importa lo que quien partió vivió por ahí. Es intrasmisible porque no es posible trasmitir cómo es el olor de una casa sueca, cómo se festeja la mayor fiesta del verano en el campo de Suecia, por qué los suecos creen que Estocolmo está en la mitad del país cuando cualquiera que mire el mapa se da cuenta de que no es así. No se puede explicar una situación con una frase que la lengua sueca define con absoluta precisión y en español hay que hablar cinco minutos para hacerse entender. No se puede porque nadie la entendería y, además, con razón, dirían que quien lo hace es un pedante. Del mismo modo que el inmigrante no puede contar cómo son las cosas allá en su país, por qué en días de fiesta en Uruguay se come vaca asada sin quitarle el cuero ni por qué a la Semana Santa se le llama Semana de Turismo. En ninguno de los dos extremos, como inmigrante ni como regresado, el que partió tiene algo trasmisible de sus experiencias para contar. Nada importa porque no hay nada importante para trasmitir..."

http://brecha.com.uy/index.php/sociedad/1161-llegar-sin-hacer-ruido

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