Por: Fietta Jarque | 10 de marzo de 2012
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"Un dibujo es un documento autobiográfico que da cuenta del descubrimiento de un suceso, ya sea visto, recordado o imaginado".
John Berger (Londres 1926) ha descubierto la manera de vivir a manos llenas. Es quizá el crítico de arte más admirado, no por su rigor académico (aunque sea preciso y profundo conocedor de lo que comenta) sino por la pasión y sabiduría de su mirada sobre el arte. Y también sobre la vida. Tengo en mis manos su último libro publicado en español Sobre el dibujo (editado por Gustavo Gili), perfecto ejemplo de esta afirmación. He querido extraer y compartir algunas ideas subrayadas con lápiz durante la lectura. ¿Es esa también una forma de dibujar? Si es así, este esbozo rápido lo hago apoyada en sus líneas.
"Hay dibujos que estudian y cuestionan lo visible, otros que muestran y comunican ideas y, por último, aquellos que se hacen de memoria".
Son estas las tres maneras en que concibe la actitud del artista (o simplemente el dibujante) ante el acto de plasmar sobre una superficie su impresión de una imagen. Más allá de la técnica, Berger reclama cierto tipo de aproximación al objeto elegido.
"Cuando uno se acerca tanto que toca continuamente el modelo, no puede haber arte. Y cuando te alejas mucho, lo que se hace carece de energía y no pasa de ser un mero objeto ritual, porque no se ha tocado en absoluto".
Y no puede evitar sugerir imágenes de una potencia tan insinuante como esta:
"Existen muchos tipos de dibujos. Los que se encontraban ahora extendidos en la hierba estaban escritos como cartas".
Berger detecta relaciones reveladoras que permiten entender las diferencias esenciales:
"La placa fotográfica y el reloj de bolsillo, la cámara réflex y el reloj de pulsera, son inventos gemelos. Un dibujo o una pintura presuponen otra visión del tiempo".
"Una foto es la prueba del encuentro entre un suceso y un fotógrafo. Un dibujo cuestiona sin prisa la apariencia de un suceso y, al hacerlo, nos recuerda que las apariencias son siempre una construcción con una historia".
"Una fotografía es estática porque ha detenido el tiempo. Un dibujo o una pintura son estáticos porque abarcan el tiempo".
El libro reune doce textos publicados entre 1960 y 2002, además de tres inéditos. También hay fotos y, naturalmente sus dibujos. Algunos de ellos ilustran este post. Entre los artículos más emocionantes está Le Pont d'Arc, sobre su visita a las cuevas de Chauvet. Berger va al encuentro de las pinturas sobre roca más antiguas que se conocen: 15.000 años anteriores a las de Lascaux o las de Altamira . Están en unas oscuras cuevas a orillas del Ardèche:
"Se diría que el arte surgió como un potro que se echa a andar nada más nacer. O, por decirlo menos vívidamente (todo resulta vívido en la oscuridad): la necesidad de ese arte y el talento para hacerlo llegan juntos"
escribe, y deja paralizado al lector con esa constatación asombrosa. Y continúa levantando velos que ocultaban verdades...
"Casi todos los artistas pueden dibujar cuando descubren algo. Pero dibujar a fin de descubrir, ese es un proceso divino; es encontrar el efecto y la causa...
"Dibujar es conocer con la mano".
Hay un poema inédito que dedica al escultor Juan Muñoz, gran amigo suyo, tras su muerte. Un prestidigitador del arte al que también le cabrían las frases que siguen, extraidas de otros textos.
"Tengo el presentimiento de que el dibujo es una actividad manual cuyo objetivo es abolir el principio de la Desaparición. (O, para decirlo con otras palabras, transformar las apariciones y desapariciones en un juego más serio que la vida)".
John Berger nos ha entregado unos libros incomparables, reeditados una y otra vez: Modos de ver o Mirar. También novelas, ensayos y poesía. Precisamente Ways of seeing fue una serie de televisión de la BBC de 1972, que dio origen al primero de estos dos libros. Hoy se pueden encontrar en la red y revisar esos programas emitidos hace cuatro décadas. Sigue siendo una experiencia necesaria y emocionante.
"Joseph Beuys dice que hablar puede ser una forma de escultura"
Si es así, no hay duda de que él levanta monumentos. Tengo la fortuna de oír su voz de vez en cuando. Me llama por teléfono cuando ha terminado un nuevo artículo y siente la necesidad de publicarlo cuanto antes. Porque él escribe así,con urgencia y poesía. Y una entrega ciega, sobre todo cuando desea señalar algún sufrimiento injusto de gente que le ha contado su historia, su drama, sea en Chiapas o en Palestina. Tiene 86 años y sigue preocupándose por los demás. Como me dijo hace un tiempo, "uno no elige ser un escritor comprometido" . Sobre el dibujo no es solo un libro para dibujantes -aunque pienso que es una lectura imprescindible para ellos- es también el trazo claro de una mano pensante.
John Berger recibió un homenaje en el Museo del Prado en 2010.
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sábado, 24 de marzo de 2012
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