Der traum ein leben -el sueño sigue vivo-
El diálogo ocurrió en Adrogué. Mi sobrino Miguel que tendría cinco o seis años estaba sentado en el suelo jugando con la gata.
Como todas las mañanas le pregunté -¿qué soñaste anoche?-
Me contestó –soñé que me había perdido en un bosque y que al fin encontré una casita de madera. Se abrió la puerta y saliste vos. Con súbita curiosidad me preguntó -Decime ¿qué estabas haciendo en esa casita?
F. Acevedo, “Memorias de un Bibliotecario”, en Borges, “El libro de los sueños”
sábado, 19 de mayo de 2012
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